1937 Portrait de Paul Éluard au chat Pablo Picasso
Bajo el seudónimo de Paul Éluard se encuentra la figura del escritor surrealista Eugène Grindel. Hijo de un contable, su infancia transcurre a las afueras de París. Enfermo de tuberculosis, tiene que abandonar sus estudios para ser ingresado en un sanatorio, donde conoce a su futura esposa, Helena Diakonova, a quien llama Gala.
Tras su participación en la Primera Guerra Mundial, inicia sus contactos con el círculo de intelectuales anarquistas, los dadaístas. Unido al grupo, se convierte en una de las figuras más representativas del surrealismo francés.
En 1926, junto a André Breton y Louis Aragon, se une al partido comunista, que influye notablemente en su obra. La nueva poesía tiene como objetivo el dolor, la esperanza y la justicia social.
En 1929 visita Cadaqués junto a su mujer e hija invitado por Salvador Dalí. Sería el comienzo de la relación que uniría a Gala y Dalí.
Durante la ocupación alemana en Francia, Paul Éluard se convierte en uno de los escritores más relevantes de la resistencia. Entre sus obras capitales deben mencionarse: "El deber y la inquietud" (1917), "Capital del dolor" (1926), "La Inmaculada Concepción", en colaboración con Breton (1930), "Curso natural" (1938), "Poesía y verdad" (1942), "Lección de moral" (1950) y "Los senderos y los caminos de la poseía" (1952).
Libertad
Paul Eluard
En mis cuadernos de escolar
en mi pupitre en los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.
En las páginas leídas
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.
En las imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.
En la selva y el desierto
en los nidos en las emboscadas
en el eco de mi infancia
escribo tu nombre.
En las maravillas nocturnas
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.
En mis trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de viviente lunas
escribo tu nombre.
En los campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.
En cada suspiro de la aurora
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.
En la espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.
En las formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.
En los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
En la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.
En el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
En mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.
En el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
En la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
En la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
En mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad