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Porque quiero más día a día

Y hoy es

sábado, 31 de octubre de 2009

Castro Alves

Antônio Frederico de Castro Alves 
Poeta romántico brasileño. Nació en  Cabaceiras, hoy ciudad Castro Alves (Bahía). Estudió Derecho en São Paulo, donde participó activamente como líder estudiantil. Con intenso vigor poético e inspirada lírica, el poeta se dedicó sobre todo a los temas humanísticos y sociales, combatiendo el tráfico negrero y defendiendo la abolición de la esclavitud. Su prestigio como poeta y su popularidad sirvieron de importante apoyo a la campaña que condujo a la Ley del Vientre Libre, de 1871, que prohibía la esclavitud de hijos de esclavos nacidos a partir de esa fecha. Escribió también sobre temas históricos. Sus principales obras son: Espumas Flutuantes, Os Escravos y Gonzaga ou a Revolução de Minas. Murió en Río de Janeiro.




Navio Negreiro

IV

Era um sonho dantesco... o tombadilho
Que das luzernas avermelha o brilho.
Em sangue a se banhar.
Tinir de ferros... estalar de açoite...
Legiões de homens negros como a noite,
Horrendos a dançar... 

Negras mulheres, suspendendo às tetas
Magras crianças, cujas bocas pretas
Rega o sangue das mães:
Outras moças, mas nuas e espantadas,
No turbilhão de espectros arrastadas,
Em ânsia e mágoa vãs! 

E ri-se a orquestra irônica, estridente...
E da ronda fantástica a serpente
Faz doudas espirais ...
Se o velho arqueja, se no chão resvala,
Ouvem-se gritos... o chicote estala.
E voam mais e mais... 

Presa nos elos de uma só cadeia,
A multidão faminta cambaleia,
E chora e dança ali!
Um de raiva delira, outro enlouquece,
Outro, que martírios embrutece,
Cantando, geme e ri! 

No entanto o capitão manda a manobra,
E após fitando o céu que se desdobra,
Tão puro sobre o mar,
Diz do fumo entre os densos nevoeiros:
"Vibrai rijo o chicote, marinheiros!
Fazei-os mais dançar!..." 

E ri-se a orquestra irônica, estridente. . .
E da ronda fantástica a serpente
          Faz doudas espirais...
Qual um sonho dantesco as sombras voam!...
Gritos, ais, maldições, preces ressoam!
          E ri-se Satanás!...
 

 
VI

Existe um povo que a bandeira empresta
P'ra cobrir tanta infâmia e cobardia!...
E deixa-a transformar-se nessa festa
Em manto impuro de bacante fria!...
Meu Deus! meu Deus! mas que bandeira é esta,
Que impudente na gávea tripudia?
Silêncio.  Musa... chora, e chora tanto
Que o pavilhão se lave no teu pranto! ... 

Auriverde pendão de minha terra,
Que a brisa do Brasil beija e balança,
Estandarte que a luz do sol encerra
E as promessas divinas da esperança...
Tu que, da liberdade após a guerra,
Foste hasteado dos heróis na lança
Antes te houvessem roto na batalha,
Que servires a um povo de mortalha!... 

IV

Fatalidade atroz que a mente esmaga! 

Extingue nesta hora o brigue imundo
O trilho que Colombo abriu nas vagas,
Como um íris no pélago profundo!
Mas é infâmia demais! ... Da etérea plaga
Levantai-vos, heróis do Novo Mundo!
Andrada! arranca esse pendão dos ares!
Colombo! fecha a porta dos teus mares!

Escenas del Filme Amistad con el poema de Castro Alves musicalizado por Caetano Veloso.



Obrigada Roy Lacerda www.cpi-brasil.blogspot.com pelo seu comentário do lugar de nascimento de Castro Alves.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Oliverio Girondo



Tarsila do Amaral. Pintora brasileña. (Capivari, 1886-São Paulo, 1973)



Llorar a lágrima viva...


Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!


Gratitud

Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.

Oliverio Girondo. Poeta Argentino. (Buenos Aires, 1891- 1967)


Recordado por Rockamadour, Las flores y los muertos

domingo, 25 de octubre de 2009

Nueva

Pablo Picasso (1881-1973)


Quema el tibio retazo del recuerdo
el vivo fuego que tu amor emana
quema y en mi silencio arden
gota a gota cada una, mis lágrimas.

Sacude el polvo tu mágica mirada
desnuda mi alma, que se entrega exhausta
¿quién soy? ¿qué oculto ante tus ojos?
quiero nacer en ellos nueva, amada y santa.

Modelan con amor venciendo el tiempo
mi nuevo rostro de esperanza y dicha
tus sabias, incansables, tiernas manos
renuevan, tuyos, mi llanto y mi sonrisa.

Descubre sin querer tímida y bella
siempre cálida presencia, tu sonrisa,
esa que quiere ser, que nunca fui,
que soy, que seré, mientras vos seas.

jueves, 22 de octubre de 2009

Una historia de primavera: el rapto de Perséfone


La Primavera. Néstor Martín- Fernández de la Torre (1887-1938)


Desde los tiempos más remotos, el hombre, cuando no puede comprender el mundo externo que lo rodea, crea representaciones míticas.
Así, la humanidad ha llegado a mitificar desde la salida y la puesta del sol hasta los fenómenos atmosféricos, el crecimiento de las plantas, el nacimiento y la muerte.
La primavera es la estación del renacimiento... así lo entendieron la gran mayoría de las religiones antiguas y, a partir de ello, levantaron muchos de sus mitos.
En este contexto, la primavera es vista como lo muerto que renace.
Una vez más ocurre el milagro: de los árboles deshojados renacen nuevos brotes y, una vez más, hay cosecha, es decir, vida.
Mahoma decía: "No hay gota en los mares, ni fruto en los árboles, ni planta en la tierra que no tenga en cada semilla un ángel que cuide de ella".
La naturaleza está entonces ligada a lo sagrado y protegida por los guardianes de dios para que al hombre no le falte el sustento.
Para algunos pueblos eslavos y escandinavos, por ejemplo, los templos consagrados a sus dioses eran bosques, lagos y árboles sagrados, pero todos celebraban festivales que podían durar semanas porque para todos los pueblos la primavera siempre era algo festivo.

Las diosas Démeter(1) y Perséfone(2) representaban para los pueblos de la antigüedad los poderes de la naturaleza, su transformación y la emergencia cíclica.
En la antigua Grecia, el primer día de la primavera era el día en que Perséfone, prisionera bajo tierra durante seis meses, volvía al regazo de Deméter, su madre.
Cuenta Homero que en el sureste de Europa hubo un tiempo en el que reinaba la eterna primavera.
La hierba siempre era verde y espesa y las flores nunca marchitaban.
No existía el invierno, ni la tierra yerma, ni el hambre.
La artífice de tanta maravilla era Démeter, la cuarta esposa de Zeus(3).
De este matrimonio nació Core, luego llamada Perséfone.
Se trataba de una hermosa joven adorada por su madre que solía acercarse a un campo repleto de flores a jugar.
Un día, pasó por allí el terrible Hades(4) con su temible carro tirado por caballos.
Se encandiló con Perséfone y la raptó para llevarla al subsuelo, su territorio.
Deméter, al no encontrar a su hija y con una antorchas en cada mano, emprendió una peregrinación de nueve días y nueve noches.
Al décimo día el Sol, que todo lo ve, se atrevió a confesarle quién se había llevado a su hija. Irritada por la ofensa, Démeter decidió abandonar sus funciones y el Olimpo.
Vivió y viajó por la tierra.
Esta se quedó desolada y sin ningún fruto ya que, privada de su mano fecunda, se seca y las plantas no crecen.
Ante este desastre Zeus se vio obligado a intervenir pero no pudo devolverle la hija a su madre. Es que Perséfone ya había probado el fruto de los infiernos (la granada) y por eso le era imposible abandonar las profundidades y regresar al mundo de los vivos.
Sin embargo, se pudo llegar a un acuerdo: una parte del año Perséfone lo pasaría con su esposo y, la otra parte, con su madre.
Lo que este mito indica es que cuando Perséfone regresa con su madre, Démeter muestra su alegría haciendo reverdecer la tierra, con flores y frutos.
Por el contrario, cuando la joven desciende al subterráneo, el descontento de su madre se demuestra en la tristeza del otoño y el invierno.
Así se renueva anualmente el ciclo de las estaciones y así explicaban los griegos la sucesión de ellas: el otoño y el invierno son tristes y oscuros como el corazón de Deméter al estar separada de su hija.
La alegría y la serenidad retornan cuando vuelve con ella, es decir, cuando comienza la primavera.

Referencias: Los dioses y sus símbolos

(1) Deméter
Diosa de la fecundidad de los campos, la Madre Tierra, diosa del trigo, que proporciona el pan. En la mitología latina es Ceres, que está representada como una digna matrona que porta dos antorchas, símbolo de nacimiento y de luz.
(2) Perséfone
Representa a la primavera. Para los romanos era Proserpina.
(3) Zeus
Padre de los dioses, dueño y señor del cielo.
(4) Hades
Dios de los infiernos que rige en el Tártaro o Mundo de los Muertos.

domingo, 18 de octubre de 2009

El árbol de lilas

Un cuento de María Teresa Andruetto.

UNO
Él se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol florecido de lilas. Pasó un señor rico y le preguntó: ¿Qué hace sentado bajo este árbol, en vez de trabajar y hacer dinero? Y el hombre le contestó: Espero. Pasó una mujer hermosa y le preguntó: ¿Qué hace sentado bajo este árbol, en vez de conquistarme? Y el hombre le contestó: Espero. Pasó un niño y le preguntó: ¿Qué hace Usted, señor, sentado bajo este árbol, en vez de jugar? Y el hombre le contestó: Espero. Pasó la madre y le preguntó: ¿Qué hace este hijo mío, sentado bajo un árbol, en vez de ser feliz? Y el hombre le contestó: Espero.
DOS
Ella salió de su casa. Cruzó la calle, atravesó la plaza y pasó junto al árbol florecido de lilas. Miró rápidamente al hombre. Al árbol. Pero no se detuvo. Había salido a buscar, y tenía prisa. El la vio pasar, alejarse, volverse pequeña, desaparecer. Y se quedó mirando el suelo nevado de lilas. Ella fue por el mundo a buscar. Por el mundo entero. En el Este había un hombre con las manos de seda. Ella preguntó: ¿Sos el que busco? Lo siento, pero no, dijo el hombre con las manos de seda. Y se marchó. En el Norte había un hombre con los ojos de agua. Ella preguntó: ¿Sos el que busco? No lo creo, me voy, dijo el hombre con los ojos de agua. Y se marchó. En el Oeste había un hombre con los pies de alas. Ella preguntó: ¿Sos el que busco? Te esperaba hace tiempo, ahora no, dijo el hombre con los pies de alas.Y se marchó. En el Sur había un hombre con la voz quebrada. Ella preguntó: ¿Sos el que busco? No, no soy yo, dijo el hombre con la voz quebrada.Y se marchó.
TRES
Ella siguió por el mundo buscando, por el mundo entero. Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana.
La gitana la miró y le dijo: El que buscas espera, bajo un árbol, en una plaza. Ella recordó al hombre con los ojos de agua, al que tenía las manos de seda, al de los pies de alas y al que tenía la voz quebrada. Y después se acordó de una plaza, de un árbol que tenía flores lilas, y del hombre que estaba sentado a su sombra.
Entonces se volvió sobre sus pasos, bajó la cuesta, y atravesó el mundo. El mundo entero.
Llegó a su pueblo, cruzó la plaza, caminó hasta el árbol y le preguntó al hombre que estaba sentado a su sombra:
¿ Qué hacés aquí, sentado bajo este árbol? Y el hombre dijo con la voz quebrada:
Te espero. Después él levantó la cabeza y ella vio que tenía los ojos de agua, la acarició y ella supo que tenía las manos de seda, la llevó a volar y ella supo que tenía también los pies de alas.

martes, 13 de octubre de 2009

Los Derechos del Niño


Jean de Renoir





Los derechos humanos de los niños continúan violándose en todo el mundo, muchas veces con consecuencias irreparables, afirma un estudio de UNICEF

El informe, que monitorea el progreso en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, señala que los menores son sujetos a violencia, explotación y abuso en sus hogares, escuelas e instituciones.

UNICEF calcula que más de 150 millones de menores entre 5 y 14 años son obligados a trabajar en condiciones peligrosas, otros son reclutados por fuerzas armadas o grupos irregulares, o bien deben huir de zonas de conflicto o desastre.

Millones de niños, pero sobre todo niñas, son sometidos a violencia sexual, violaciones y a mutilaciones derivadas de prácticas tradicionales.

Susan Bissel, jefa de la Unidad de Protección Infantil de UNICEF, dijo que en muchos países la edad mínima para contraer matrimonio es extremadamente baja. Aclaró que el casamiento infantil es una violación de los derechos de los menores.

“Sabemos que las niñas que dan a luz antes de los 15 años de edad tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el parto que las mujeres en sus 20 años”, advirtió Bissel.

Por su parte, la directora ejecutiva de UNICEF, Anne Veneman, subrayó que el primer paso para crear un entorno de protección infantil es comprender la magnitud de los abusos que se cometen contra los niños.

Una sociedad no puede prosperar si sus miembros más jóvenes son obligados a un matrimonio precoz, explotación sexual o se les niegan sus derechos básicos, concluyó Veneman.

Fuente: Centro de Noticias ONU


El Portal educativo del Estado Argentino: EDUCAR presentó el libro



Son catorce cuentos de personajes que nunca existieron pero a los que les pasan cosas reales: sufren cuandos se sienten rechazados, disfrutan de los juegos y el amor, buscan protección y respeto.
Uno de esos cuentos se llama "Donde los derechos del niño Pirulo chocan con los del la rana Aurelia" y lo escribió Ema Wolf.

A Pirulo le gusta ir a la casa de su abuela porque en el jardín hay un estanque y el estanque está lleno de ranas.

Además le gusta ir por otras razones. Porque su abuela nunca le pone pasas de uva a la comida.

Y para él, que lo obliguen a comer pasas de uva es una violación al artículo 37 de los Derechos del Niño que prohíbelos tratos inhumanos.

Porque su abuela no le impide juntarse con los chicos de la ferretería para reventar petardos, de modo que goza de libertad para celebrar reuniones pacíficas, como estipula el artículo 15.

Porque su abuela no le hace cortar el pasto del jardín, lo que sería una forma de explotación, prohibida por el artículo 32.

Porque su abuela jamás lo lleva de visita a la casa de su prima. Según Pirulo, que lo lleven de prepo a la casa de su prima viola el artículo 11, que prohíbe la retención ilícita de un niño fuera de su domicilio.

Porque su abuela nunca limpia la pieza donde él duerme, así que no invade ilegalmente su vida privada. Artículo 16.

Porque su abuela jamás atenta contra su libertad de expresión oral o escrita –artículo 13–, de manera que puede decir todo lo que piensa sobre su maestra Silvina sin que su abuela se enoje.

Para hacerla corta: en casa de su abuela él es una persona respetada.

Pero lo que más le gusta es el estanque de ranas del jardín.

Ahora mismo, amparado por el artículo 31, se dispone a gozar de una actividad recreativa apropiada para su edad: va a cazar ranas.

Prepara la carnada de salchicha, agarra la linterna y la bolsa de arpillera. Es de noche. En verano las ranas se cazan de noche. Su abuela duerme.

Con mucha mala suerte, la primera rana que saca del estanque es Aurelia.

Pirulo

–¡Un momento! –le dice Aurelia– ¿Qué estás haciendo?

–Cazo ranas.

–Lo siento, pero los animales tenemos derecho a la existencia.

–¿Eso quién lo dice?

–El artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos del Animal proclamada en

París en 1978.

–¿Eso vale en la Argentina?

–Sí, vale.

–Pero yo tengo derecho a las actividades recreativas apropiadas para mi edad y en este instante mi actividad recreativa consiste en cazar ranas.

Aurelia se impacienta.

Aurelia

–Y yo te recuerdo que tenés que respetar nuestra longevidad natural. Así que te vas a quedar sin comer ranas.

Pirulo levanta la voz.

–¡Yo no las como! ¡No me gustan! ¡Se las va a comer mi abuela!

–¡Entonces peor! ¡Vos las cazás sólo para divertirte! ¿Con qué derecho? ¿Te gustaría que te cazaran por diversión?

–¡No es lo mismo! ¡Yo soy una persona!

–¡Vos sos un animal de otra especie, y punto!

En el estanque se armó una batahola. Todas las ranas croaban y saltaban. Pirulo reculó un poco, pero su indignación era grande.

–¡No me voy de acá sin ranas!

–¡Antes pasarás sobre mi cadáver!

En ese momento se abrió la ventana del dormitorio de la abuela. Era ella, asomada, con los pelos parados y una batería de chancletas en la mano.

–¿SE VAN A DEJAR DE ROMPER DE UNA BUENA VEZ? ¿SABEN QUÉ HORA ES? ¿CONOCEN EL ARTÍCULO 11 DE LOS PRINCIPIOS EN FAVOR DE LAS PERSONAS DE EDAD? ¿SABEN QUE TENGO DERECHO AL BIENESTAR FÍSICO, MENTAL Y EMOCIONAL? ¿Y QUE PARA ESO NECESITO DORMIR? ¿LES ENTRA EN LA CABEZA? ¡DORMIIIIIIIIR!

¡DORMIIIIIIIR! Con la primera chancleta no acertó. Con las otras sí.

Pirulo estaba muy confundido. Aurelia también. Se miraron.

–Eso fue una agresión por parte de la abuela.

–Injusta me parece a mí.

Abuela

–Pará, ¿dónde podemos aclarar todo esto?

–En las Naciones Unidas.

–Vamos.



Datos de la autora:


Ema Wolf nació en Carapachay, provincia de Buenos Aires, en el año 1948. Se graduó como Licenciada en Lengua y Literaturas Modernas en la Universidad de Buenos Aires, y desde 1982 se afianza en el campo de la literatura para chicos, caracterizada por las historias absurdas, el humor y sus innumerables personajes increíbles. Obtuvo numerosos premios en su carrera . Entre ellos el Premio Konex por su trayectoria en la literatura infantil (1994), y en 1997 el Premio Mundial de Literatura José Martí; el Primer Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, correspondiente a la producción 1994/1997 y otorgado por la Secretaría de Cultura de la Nación, por su libro Historias a Fernández (Buenos Aires, Sudamericana, 1994). Además integró en dos oportunidades la lista de Honor del Premio Hans Christian Andersen. En la primera por “La aldovranda en el mercado” en el año 1991 y la segunda vez por Historias a Fernández 1995.
“La aldovranda en el mercado” ha sido incluido en el listado de libros recomendados por el Banco del Libro de Venezuela.
Algunos de sus libros fueron traducidos al catalán, alemán y al portugués.


Un lindo video con Mafalda y sus amigos expresando sus derechos con la música de Rubén Rada

sábado, 10 de octubre de 2009

Vida


Adele Bloch-Bauer de Gustav Klimt


Mis débiles pasos cansados se agitan

Ven el horizonte lejano esta vez,

las aguas bravías del mar, se secaron?

el arroyo claro, por dónde se fue?

Y aquel caminito de piedras bordeado,

que juntos miramos un atardecer?

y la blanca arena en tu piel pegada,

que acaricia el viento y la hace caer?

Y la lluvia mansa que repite notas

por entre las ramas del viejo laurel?

y el sol insistente, que embriaga y deja

al cuerpo dorado mostrar su esbeltez?

Y la luna amiga, brillante y serena

que mostró en el agua nuestro resplandor?

Y la dulce risa, que contagia y canta

la vida insolente del que quiere bien?

Mis pasos flaquean, se agotan y muestran

que el tiempo pasado no puedo alcanzar,

que la luz me encienda , me cubra y me guarde,

y otra vez mis sueños yo vuelva a encontrar.


Hoje estou a flor da pele e desejo que assistam o vídeo de Gal Costa e Zeca Baleiro cantando:

Ando tão à flor da pele
Qualquer beijo de novela

Me faz chorar
Ando tão à flor da pele
Que teu olhar "flor na janela"
Me faz morrer
Ando tão à flor da pele
Meu desejo se confunde
Com a vontade de não ser
Ando tão à flor da pele
Que a minha pele
Tem o fogo
Do juízo final...

Barco sem porto
Sem rumo, sem vela
Cavalo sem sela
Bicho solto
Um cão sem dono
Um menino, um bandido
Às vezes me preservo
Noutras, suicido!





miércoles, 7 de octubre de 2009

Enrique Cadícamo


Enrique Cadícamo



Poeta y compositor. Nació con el siglo, el 15 de julio de 1900, cerca de Luján provincia de Buenos Aires. Décimo hijo de familia de inmigrantes italianos. En su juventud en 1918 trabajó en el Consejo Nacional de Educación junto con Leopoldo Lugones. Compuso con el seudónimo de Rosendo Luna y también en sociedad con Juan Carlos Cobián.
Carlos Gardel le grabó 23 temas entre 1925 y 1933. Se convirtió en el compositor preferido de Gardel.
En 1987 fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires. En 1996 fue distinguído como Personalidad Emérita de la Cultura Argentina. Falleció en Buenos Aires el 3 de diciembre de 1999, a la edad de 99 años.

Es de su autoría una de las letras más brillantes del tango argentino:


Garúa
(Cliqueá para saber el significado)

Qué noche llena de hastío y de frío!
El viento trae un extraño lamento
Parece un trozo de sombra, la noche;
y yo en las sombras camino muy lento.
Mientras tanto la garúa
se acentúa con sus púas
en mi corazón...
En esta noche tan fría y tan mía
pensando siempre en lo mismo me abismo;
y aunque quiera yo arrancarla
desecharla
y olvidarla,
la recuerdo más....
Garúa...
Solo y triste por la acera
va este corazón transido
con tristeza de tapera...
Sintiendo tu hielo
porque aquella con su olvido
hoy le ha abierto una gotera...
Perdido solo
como un duende que en la sombra
mas la busca y mas la nombra
Garúa..
Tristeza...
¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar!
Qué noche tan llena de frío y hastío.
No se ve a nadie cruzar por la esquina.
Sobre la calle, la hilera de focos
lustra el asfalto con luz mortecina.
Y yo voy como un descarte,
siempre solo,
siempre aparte,
recordantote...
Las gotas caen en el charco de mi alma;
hasta los huesos, calado y helado.
Y humillando este tormento
todavía pasa el viento
empujándome...
La versión que más me gusta es la que interpreta Roberto Goyeneche.

sábado, 3 de octubre de 2009

Amor que no es


Consigo en silencio

castigar la ofensa

recuerdo el discurso

aún sin entender

Tu voz que lastima

con sordas palabras

me dan las respuestas

que no pregunté.

Y en este silencio

que el rencor impone

de tanto mirarte

descubro el porqué.

No hay en ese rostro

querido y deseado

el menor atisbo

del amor de ayer.