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Porque quiero más día a día

Y hoy es

jueves, 30 de diciembre de 2010

Brasil despide a su presidente más amado

Tambien nosotros, los argentinos y  el Mercosur todo, vamos a sentir saudades...

Valeu presidente Lula!!!




martes, 21 de diciembre de 2010

Poema de Natal. Vinicius de Moraes

Presebre, autor desconocido

Poema de Natal
de Vinícius de Moraes

Para isso fomos feitos:
Para lembrar e ser lembrados
Para chorar e fazer chorar
Para enterrar os nossos mortos -
Por isso temos braços longos para os adeuses
Mãos para colher o que foi dado
Dedos para cavar a terra.


Assim será a nossa vida:
Uma tarde sempre a esquecer
Uma estrela a se apagar na treva
Um caminho entre dois túmulos -
Por isso precisamos velar
Falar baixo, pisar leve, ver
A noite dormir em silêncio.


Não há muito que dizer:
Uma canção sobre um berço
Um verso, talvez, de amor
Uma prece por quem se vai -
Mas que essa hora não esqueça
E por ela os nossos corações
Se deixem, graves e simples.


Pois para isso fomos feitos:
Para a esperança no milagre
Para a participação da poesia
Para ver a face da morte -
De repente nunca mais esperaremos...
Hoje a noite é jovem; da morte, apenas
Nascemos, imensamente.


     Natal
    de Vinicius de Moraes
—–
De repente o sol raiou
E o galo cocoricou:
—–
— Cristo nasceu!
—-
O boi, no campo perdido
Soltou um longo mugido:
— Aonde? Aonde?
—-
Com seu balido tremido
Ligeiro diz o cordeiro:
—-
— Em Belém! Em Belém!
—-
Eis senão quando, num zurro
Se ouve a risada do burro:
—-
— Foi sim que eu estava lá!
—–
E o papagaio que é gira
Pôs-se a falar: — É mentira!
—–
Os bichos de pena, em bando
Reclamaram protestando.
—–
O pombal todo arrulhava:
— Cruz credo! Cruz credo!
—-
Brava
A arara a gritar começa:
—–
— Mentira! Arara. Ora essa!
—-
— Cristo nasceu! canta o galo.
— Aonde? pergunta o boi.
—-
— Num estábulo! — o cavalo
Contente rincha onde foi.
Bale o cordeiro também:
—-
— Em Belém! Mé! Em Belém!
—-
E os bichos todos pegaram
O papagaio caturra
E de raiva lhe aplicaram
Uma grandíssima surra.




¡Feliz Navidad!

jueves, 16 de diciembre de 2010

Nochebuena. Eduardo Galeano

      A familia, 1925.Tarsila do Amaral, (Brasil, 1886-1973)

Nochebuena. Eduardo Galeano

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
-Decile a... -susurró el niño-
Decile a alguien, que yo estoy aquí.




miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tormenta de verano. Baldomero Fernández Moreno

Día agobiante, húmedo... el aire pesa, aprieta y ahoga... de pronto la atmósfera va tomando un tinte oscuro...más oscuro... Salgo al patio y miro el cielo, se hizo de noche a las tres de la tarde y las nubes grises y amenazantes gritan en mis oídos:


¿Hay ropa en la soga?, ¡a poner bajo techo los cactus! ¿Dónde está Anita?, llevala al quincho! Cerrá las ventanas de las habitaciones!....
Pero no puedo moverme ni quitar la vista de ese espectáculo de la naturaleza. Pronto el agua cae con fuerza y el viento sacude las ramas de los árboles, todo pasa demasiado rápido, mientras recuerdo y recito aquellos versos de Baldomero Fernández Moreno que aprendí hace tantos años:


Tormenta de verano

Diciembre, tarde, calor,
gran tormenta de verano.
Espesa nube de tierra,
fuga de coches y autos.
Ramas de árbol por el suelo,
grotesco rodar de bancos.
Chillona danzas de hojas
y papeles de diarios.
Alarmas en los hogares,
silbos, carreras, portazos...
Parece que va a volar
el pueblo todo en pedazos.
Han caído cuatro gotas
lo mismo que cuatro clavos.
Y el pueblo está donde estaba:
quieto, fresco, alegre, claro...

Baldomero Fernandez Moreno es un poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1886 y fallecido en esa misma ciudad en 1950.
Hijo de comerciantes españoles, pasó parte de su infancia en Santander, a orillas del Cantábrico.
Regresó a la Argentina, se recibió de médico y a  los veintinueve años publicó su primer libro de poesía, al que siguieron luego cinco o seis publicaciones más. 

Soneto
Ya ves que no te suelto, que me ato
a tu recuerdo rubio y vaporoso,
fugitivo en la calle y silencioso,
yo, que era poderío y arrebato.

Me estiro lo que puedo; dudo y trato
de asir tu traje, por ser tuyo, hermoso;
ceñido siempre y a la vez pomposo,
tentación por aquí y allí recato.

Mírame en un café de esta plazuela
en que el tránsito al sol crepita y arde
y en la que todo, hasta un tranvía, vuela.

Pienso en ti, en tus ojos, en tu tarde...
Y me quisiera henchir como una vela
y me refugio en mi interior, cobarde.


Café in the Plaza. Eugene Segal. Pintor ruso nacido en 1967